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?Accion Masonica del Companero?

Postado Terça-feira, 30 Setembro, 2008 as 1:14 PM pelo Ir:. Carlos Emilio Maurin Fernandez

R.: L.: “Altas Cumbres” Nº 127 - Valle de la Reina

DEONTOLOGIA DE SU LABOR

Q:.H:. CARLOS FREZ R.

Q:.H:. PABLO SUBIABRE F.

Corresponsal Chile. Carlos Maurin Fernández - Santiago, de Chile

V:.M:., QQ:.HH:.

DEFINICION:

La palabra deontología la puso en circulación el inglés Bentham (1748-1832) en su obra “Ciencia de la Moral” (París 1832). Pretendía ser una alternativa más liberal del término y del concepto ética, que al ocupar en calidad de concepto laico en lugar del término religioso moral se había moralizado considerablemente, al trasvasarse a ella buena parte de los antiguos contenidos de la moral. Quería llegar a la fórmula kantiana, o dicho en términos históricos, quería llegar al "libre examen" de los preceptos éticos saltándose la carga interpretativa de la moral y de la ética. En su obra póstuma "Deontología o ciencia de la moral" busca el racionalismo (prácticamente un mecanicismo matemático) para valorar las conductas por su utilidad, lo que nos da un valor de la deontología casi en las antípodas del que actualmente tiene. Pero como la humanidad, desde que se desprendió del instinto como desencadenante exclusivo de conductas, necesita inexorablemente algún tipo de moral para regir sus comportamientos (es decir sus conductas en relación con los demás), también ha moralizado esta última palabra que inventó su autor para que fuera lo más amoral posible. Por consiguiente, cuando alguien clama por la deontología, clama por la moralidad. Esta es una muestra más de que la realidad no se transforma por el simple procedimiento de cambiarle el nombre. Nos hemos quedado con la palabra inventada por Bentham, igual que nos quedamos antes con la palabra "ética", con lo que tenemos un nuevo sinónimo de "moral".

Por supuesto que este término es aplicable a cualquier profesión o actividad en que la falta de adecuación de los medios a los fines, despojaría a ésta de su valor. Pero ha sido especialmente la clase médica la que ha asumido y estabilizado el concepto de deontología, de manera que raramente se nombra o se escribe esta palabra sin ir acompañada del adjetivo médica, que se define (y no podía ser de otra manera) como "ciencia de los deberes" o "teoría de las normas morales", aplicadas en este caso al ejercicio de la medicina. Porque la clase médica tiene un alto sentido deontológico, además de un gran amor a las palabras exclusivas.

Deontología

Deontología (del griego ???? "debido" + ????? "tratado"), término introducido en 1834 por Bentham para referirse a la rama de la Ética cuyo objeto de estudio son los fundamentos del deber y las normas morales. Se la conoce también bajo el nombre de "Teoría del deber". Junto con la axiología es una de las dos ramas principales de la Ética normativa.

Puede hablarse también de una deontología aplicada, en cuyo caso no se está ya ante una ética normativa sino descriptiva e incluso prescriptiva. Es el caso de la deontología profesional.

Su concepto básico es que obrar "de acuerdo a la ética" se corresponde con obrar de acuerdo a un código definido de antemano. Un apartamiento de una norma previamente definida, en general por escrito, constituye una actitud o un comportamiento no-ético.

Por el contrario, existe otra rama, denominada Teleología, que define el obrar éticamente como aquella actitud o comportamiento que contempla el bien para la mayoría, determinando qué es correcto y qué no lo es en función del resultado a alcanzar.

INTRODUCCION

Hemos querido dar inicio a esta Plancha, diciendo que jamás consolidaremos, ni llevaremos al éxito perdurable a nuestra Institución Masónica predicando solamente sus virtudes y valores morales dentro de los Templos. Jamás se hará inmortal la institución que se envuelva en una coraza impenetrable, y deje que la vida transcurra a su alrededor sin participar de de la construcción sistemática del nuevo templo del futuro. Como masones, tenemos el ineludible deber de participar del sueño del G\A\D\U\, ser instrumentos de aquella fuerza misteriosa que anida alrededor nuestro, servir de medio de transporte a aquel arcano constante que fluye por doquier, a aquella fuente de poder indefinida que nos anima y nos entrega su hálito de inmortalidad y vida. Para lograrlo, necesitamos que cada uno de nosotros tenga un alto sentido de responsabilidad, establecer un serio compromiso con nosotros mismos, con nuestra Logia y con la sociedad en general, y lo más importante, practicar eficaz y eficientemente esos valores morales y éticos, hacerlos nuestros, para que formen parte de nuestro diario vivir y actuar.

Primero ha de ser necesario definir de una manera muy breve los conceptos elementales: Masonería y Masón. Debemos tener bien claro que el verdadero y autentico masón, no es el critico estéril y tendencioso de las charlas de café; que no es el frustrado oportunista aspirante a político; que tampoco es el burgués que se aísla en la jaula de cristal del silencio y la inacción; ni el sicótico y paranoico que cierra los ojos y se tapa los oídos, para vivir la fantasiosa irrealidad de que no existe el mundo exterior. No QQ\HH\, debemos afirmar con entereza y energía a quienes tienen dudas sobre ello y estar plenamente convencidos nosotros que la Masonería, no es evasión ni es refugio de frustrados, ni es asilo ni orfanato; tampoco es muro de lamentos, ni es una sociedad de elogios mutuos.

DESARROLLO

La Masonería es una asociación de carácter mundial, filantrópico, filosófico, ecléctico y progresista, que procura fomentar en sus adeptos el amor a la verdad, el estudio de la moral universal, de las ciencias y de las artes.

Nuestra Orden, desarrolla en el corazón humano, los sentimientos de admiración y caridad, la tolerancia religiosa, los deberes de la familia. Extermina, o al menos lo pretende, odios de raza, antagonismos de nacionalidad, de opiniones, de creencias e intereses. Anhela unir a todos los hombres por los lazos de la solidaridad, procura en fin, mejorar la condición social del hombre por todos los medios lícitos y especialmente por la instrucción, la educación, el trabajo y la beneficencia y tiene por divisa básica los postulados de Libertad, Igualdad y Fraternidad.

El ser humano, cuenta con los recursos mentales para conseguir liberarse de las tristes formas y modos de vida deformes, ellos son el sentir, el razonar y el actuar

La Orden representa una aristocracia de la virtud, del sentimiento y del saber; una asociación de idealistas de la fraternidad, de artífices del pensamiento y de albañiles de la nivelación humana y un oasis para los hombres sedientos de verdad, cansados de discordia y fóbicos de mentira y error; agreguemos que la masonería es la oportunidad que se nos presenta en nuestra existencia para transformarnos en seres útiles, perfeccionándonos para trabajar convenientemente por el advenimiento de una Humanidad cada vez mejor.

Después de esta breve y general referencia a la Orden, digamos que es un masón y veamos quienes pueden serlo. Nuestro catecismo del primer grado dice que un masón es: “un hombre nacido libre y de buenas costumbres, igualmente amigo del rico que del pobre si son virtuosos”. De a cuerdo a esta definición, no es difícil interpretar que un masón es el hombre que ha muerto para la vida profana y ha renacido a la nueva que confiere la Iniciación; que es capaz de apreciar el valor individual por las cualidades morales del individuo.

El masón es el constructor de su propia personalidad y en esta tarea debe concentrar todos sus esfuerzos para lograrlo. Debe ser estudioso, disciplinado, tolerante y fraternal, preocupado siempre de sus sagrados deberes para con sus hermanos, la sociedad, la patria y la humanidad, anhelando sólo la satisfacción de servir con el convencimiento de que la masonería no es fuente de tranquilos pasatiempos, ni contemplación pasiva del bien, sino un conjunto de austeros sacrificios y lucha activa contra el mal y el error; y el de saber que después de cada uno de sus actos meritorios, el mundo profano pueda decir: ¡ este hombre, es un masón!

Nuestra orden elige hombres, los educa, organiza y disciplina; esto es, corrige en ellos cuanto es posible, los defectos de herencia; les enseña a elegir los elementos útiles del ambiente en que se desenvuelven y les indica el rumbo de las evoluciones que han de llevarlo a su destino. La Masonería tiene enemigos, muchos de los cuales la atacan, principalmente, por el desconocimiento que de sus fines tienen, otros, y mucho mas numerosos por lo que les resta a su interesada influencia en grandes masas de la población humana, porque nuestra Orden tiene altos y nobles fines humanitarios.

Es de suponer, entonces, que por estas razones, su lucha sea dura y difícil, y que sus componentes tengan que ser hombres preparados para ella, y seleccionados de entre lo que la sociedad profana pueda ofrecer. El aspirante a masón deberá ser capaz de interpretar su filosofía y de exhibir un valor moral invulnerable que haga posible la realización de la obra masónica, inquebrantable frente al desconsuelo y dispuesto siempre a sacrificarse por el bien de los demás.

Ha de ser, pues, analizado el profano en rigurosa calificación, tomando todas aquellas informaciones que puedan dar la idea exacta de todos sus merecimientos: antecedentes de familia, sus estudios, su trabajo, su salud; el hombre mirado desde el punto de vista social en sus relaciones con sus amigos, con sus compañeros de trabajo; en el club, en la política, etc.

Aún cuando muy someramente, hasta aquí hemos destacado el panorama general de la Francmasonería, como institución filosófica y simbólica, luchando tesoneramente en la liberación de la humanidad por la cultura, formada por hombres sanos de cuerpo y alma, dispuestos a ofrecer sus conocimientos y sus esfuerzos en la tarea del predominio de la verdad y de la practica de todas las virtudes y muy principalmente de aquellas de infinito camino que forman la trilogía básica de LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD.

ACCIÓN MASONICA

Es conveniente que nuestras logias no solo sean capaces de conformar un cuadro de hombres de selección, animados del mas amplio espíritu de perfección moral, intelectual y física, sino que por encima de todo, premunidos del espíritu de fraternidad que hace agradable el trabajo común e inquebrantable la organización social. No debemos olvidar que una de las poderosas razones por la que se respeta y se teme a la Orden, es porque se la sabe unida fraternalmente, razón mas para estimar que la educación masónica, fundamentalmente, deberá estar dirigida hacia los sentimientos de amor fraterno, para crearlos, robustecerlos y hacer realidad el consejo de “no hagas a otros lo que no quieres que hagan contigo” para evitar que hagan escuela las expresiones hitlerianas, de “solo por la guerra pueden las naciones realizar su destino y establecer la justicia”, y para detener la bestialidad con que en estos momentos comienzan a destruirse nuevamente los pueblos.

El camino está trazado y no podemos permanecer indiferentes; fuerza es cumplirlos con lo mejor de nuestras energías. Seamos fraternales en el más amplio sentido de la palabra y habremos dado el primer paso en nuestra vida masónica.

Simultáneamente, con crear el ambiente fraternal, es necesario prepararse intelectualmente para la obra. Hemos observado previamente que el camino seguido hasta el momento, no es el mejor y que una de las tareas que necesita especial dedicación, sin abandono de las otras, es la que se refiere a la formación del Maestro Masón. El Maestro Masón, preparado cuidadosamente y concientemente, debe ser el modelo en que deben fijar sus ojos los Compañeros y Aprendices; debe ser el guía que oriente con pleno conocimiento el camino que los hermanos deben seguir y el verdadero realizador de los postulados masónicos.

Para lograr este fin, es incuestionable que nuestra preocupación primordial sea la del funcionamiento de la Logia de instrucción en todos sus grados. Una de las primeras enseñanzas que recibe el masón y, seguramente, una de las mas esenciales, es aquella que se refiere a la adquisición de las nociones de su primera conciencia y aquello queda reflejado claramente en el retiro que hace el postulante en la Cámara de Reflexiones, cuyo objeto no es otro que el de obligarlo a concentrar sus facultades y ubicarse en el lugar que le corresponde.

Con el cincel, símbolo del criterio y la prudencia, el mazo, de la voluntad y la fuerza, y la regla, símbolo de la inteligencia, herramientas que ha conocido y que sabe manejar, alcanzara el Aprendiz el grado de Compañero, que es la consagración del Primero, y en donde le corresponde incorporarse en la carrera de la acción, del trabajo que dignifica.

El MAESTRO MASON será el resultado lógico de los dos periodos anteriores, que siendo laboriosos, habrán de producir la exaltación de un hermano con pleno sentido de sus responsabilidades, siempre dispuesto al sacrificio, tolerante, amante de la verdad y, en general todo un modelo de virtudes.

Si bien es cierto que estas previas obligaciones que la Orden nos impone, son importantes en la formación masónica; es conveniente insistir para no inducir a error, que para que el masón cumpla con mejores posibilidades su verdadera misión de guía, debe interiorizarse de todos aquellos problemas que forman el panorama del mundo actual, derivados del progreso de las ciencias, de comercio, de las industrias, etc.

ACCION PROFANA

Junto con ser preocupación permanente de la Orden, la preparación intelectual y moral de sus adeptos, es también su aspiración que cada masón sea útil al progreso moral, intelectual y material de la Humanidad, esto, es Acción Profana.

“Organizados sus hombres, progresistas y cultos, con pleno sentido de la doctrina masónica, la difundirán en el mundo profano con el contenido de su conducta ejemplar”.

En el momento actual en que los principios morales se derrumban frente al predominio de la ambición y el egoísmo, la Orden tiene los deberes de la primera línea para hacer imperar la justicia y la bondad, inspirándose en los elevados principios que ella enseña, y en el interés exclusivo de la Humanidad.

Efectivo es que la masonería como institución, no interviene directamente en ninguna actividad profana; pero no por eso puede dejar que el impulso personal de cada uno de sus miembros se pierda en la incomprensión del profano , siendo necesario que en la silenciosa labor de nuestros templos, disciplinemos cada acción individual para que, unidas, logren los mejores resultados posibles, sin tener que correr el riesgo de lamentar contradicciones, aparentes o efectivas, de actuaciones del hombre como masón y como miembro de la sociedad, las que producen muchas veces una negación de los principios con muy funestos resultados.

En este sentido, el masón tiene muchos caminos por los cuales ir a la lucha, y deber de todos es examinarlos. Su acción debe ir a la familia, a la juventud, a las instituciones sociales o políticas, a las asociaciones gremiales, etc. Debemos sólo demostrar, en todo momento y en toda acción, su calidad de hombre bien inspirado, y su obra no llegará a producir solamente buenos resultados, sino que encontrará, de entre el elemento profano que lo acompañe, magníficos colaboradores que lo seguirán, porque comprenderán que esta orientado hacia superiores ideales.

En el hogar, gran escuela de la vida, debe ser el masón infatigable sembrador, pues allí reúne todos los grados de la enseñanza. Cariñoso y siempre dispuesto a proporcionar a sus familiares toda clase de satisfacciones y comodidades; justo, en la apreciación de los deberes de cada uno de sus miembros, cordial y respetuoso para todas las relaciones que lleguen hasta él.

Ante la mujer, como esposa, deberá proporcionar primera atención, no sólo por ser ella la compañera de su vida, sino que también por el trascendental papel que como madre, formadora del hombre, desempeña en el hogar. Nada podríamos hacer sin su ayuda y deseamos, igualmente, su perfeccionamiento. Cuando ella no tiene obligaciones de familia o puede conciliarlas, con alguna facilidad, debe asociarse a instituciones de bien público, colaborando así en la obra común en estrecha unión junto al esposo.

Frente al niño, como elemento básico de las futuras generaciones, el masón tiene la obligación de preocuparse de su desarrollo, de su instrucción y de su formación espiritual. El masón procurará elegir lo mejor de ella para robustecer nuestras filas; trabajará por la organización de instituciones premasonicas, sabiendo que la juventud es mas partidaria de la acción que del estudio.

Frente a los muchos problemas de orden político, social y económico, el hombre en general no puede sustraerse a la obligación de incorporarse a los diferentes movimientos de opinión en estos aspectos, y es indudable que muchos podrá hacerlo el masón. Buscará las agrupaciones políticas que concuerden con sus doctrinas, luchará en ellas, se confundirá en el grupo y habrá de sobresalir en él por sus virtudes, por la sinceridad de sus actos y palabras, por su honradez, por el respeto con que escuchará las opiniones y la mesura y profundidad con que rebatirá las ideas.

En general, frente a la miseria moral y material, el masón no debe cerrar ojos, ni oídos. Prestará su ayuda a toda obra de justicia, porque en la doctrina masónica están contenidas todas las aspiraciones para forjar un mundo cada mejor.

Finalmente, como medio de coordinar la acción profana, de llevar al exterior la solución de muchos problemas debatidos en el seno de las logias y de unir a los hermanos que trabajan en actividades comunes, se han organizado diferentes tipos de asociaciones.

Deber nuestro es apoyarlas con todo nuestro esfuerzo, porque son ellas un valioso auxiliar en el triunfo de nuestras ideas y porque por lo menos, nos permitirá discutir los problemas con unidad de criterio.

Para finalizar estas palabras, queremos recordar a la Logia en general y a la columna de Compañeros en particular el mensaje de inicio de actividades entregado por nuestro 1er Vig.: , el cual nos decía lo siguiente:

“la asistencia constante a cámaras y tenidas, es la única forma de lograr el verdadero progreso. Leer el programa de cámaras y tenidas con la debida antelación, preparando una consulta o aporte al tema en comento. La nueva modalidad de trabajo adoptada por la actual venerablía, consiste en no agotar un tema con una plancha doctoral, sino en elaborar un esqueleto que será enriquecido y revestido con los aportes de los Hermanos, y que se erigirá a la postre como el verdadero trabajo. Para ello es indispensable que no confiemos en el aporte improvisado que se elabora sobre la marcha, sino que realmente nos preparemos anticipadamente.

La asistencia constante a tenidas y a cámaras es lo único que nos dará una visión global de lo que se pretende en el trabajo planificado para el año.

Es por ello que os invito a invertir la forma de enfrentar el día de cámara y tenida; y en lugar de pensar ¿que podría hacer si no asisto? Preguntarse ¿Qué actividad profana puede resultar mas importante para mi que cumplir conmigo mismo y con mi Logia?

S:.F:.U:.

Bibliografía:

•Planchas y Trazados Masónicos Biblioteca Gran Logia

•Revistas Masónicas

•Libro del Compañero Masón (Oswald Wirth)

•Plancha “Axiología en la Filosofía Masónica del C:. M:.

(Q:.H:. Luís Vera Uribe 2do Grado R:.L:. “Estrella Insular” Nº 78 Valle de Ancud)

•Plancha” Proyección del C:.M:. en la vida profana”

(Cámara de C:. R:.L:. “Estrella Insular” Nº 78, Valle de Ancud)

•"http://es.wikipedia.org/wiki/Deontolog%C3%ADa"

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